La Transformación De Un Adolescente
- Maqui de Debroy adaptado de Jodie Berndt
- 20 may 2015
- 2 Min. de lectura

Cuando oramos por nuestros hijos adolescentes debemos recordar la parábola de Lucas 8:1-15, sobre un sembrador que plantó su semilla, parte de esta semilla cayó junto al camino, donde fue pisoteada y las aves la comieron. Otra cayó entre rocas, donde murió por falta de humedad. Otra semilla fue a parar entre espinos, los cuales crecieron y la ahogaron. Finalmente, una parte cayó en buena tierra y dio fruto al ciento por uno.
Para responder las preguntas de sus discípulos, Jesús les explicó la parábola. "La semilla es la Palabra de Dios", les dijo. Cada suelo (el camino, las rocas, los espinos y a buena tierra) representaba las diferentes condiciones del corazón humano. Mientras oramos por nuestros hijos adolescentes debemos visualizar el cuadro de una semilla saludable ahogada entre los espinos de las tareas, los deportes, la presión de grupo, las amistades, la vida familiar y los horarios apretados. Ora en concordancia con Lucas 8:15, para que el corazón de tu hij@ sea "buena tierra" y que "escuche la Palabra, la retuviera y perseverara para producir una buena cosecha".
No sabemos cómo será la respuesta de Dios a nuestras peticiones, debemos estar confiadas que vendrá, ya que Dios siempre cumple sus promesas. Una de las promesas la encontramos en Mateo 18: 19-20 "Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pida, les será concedida por mi Pdre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos". Debes estar de acuerdo con una amiga para orar por sus hij@s, esa puede ser una de las más grandes beneficios de su amistad.
Principio de Oración
Contar con el apoyo de una compañera de oración multiplica el poder de tus oraciones e invita a Dios a ser parte de ese círculo de oración.
Oraciones del día (recuerda llenar el espacio en blanco con el nombre de tu hij@)
Padre Celestial
Enséñale a ................................ a conocer tus mandamientos y obedecerlos para mostrar su amor por ti. Déjale conocer la recompensa prometida: "Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manisfestaré a él". Ámalo y manifiéstate a él, Señor.
Juan 14:21
No permitas que.................... sólo escuche la Palabra y se engañe a sí mismo. Haz que la practique.
Santiago 1:22
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