top of page

CICATRICES QUE SANAN

  • Rosa María Debroy de Porres
  • 1 jul 2015
  • 2 Min. de lectura

Para mi es un gran honor publicar esta entrada de mi cuñada, estas palabras calaron profundamente en mi corazón...

Espero que sea una bendicion y esperamos sus comentarios...

Lucas 24:39-40 "Miren mis manos y mis pies ¡Soy Yo mismo! … Dicho esto les mostró las manos y los pies" (NVI)

558958_10151278725704767_193529156_n.jpg

Desde que recuerdo, siempre fui una niña muy inquieta y aventurera. Muchos de los recuerdos de mi niñez son de tardes enteras escalando árboles y aventurándome sobre paredes y techos de las vecindades con mi hermano mayor. Ahora, después de algunos años, aún tengo algunas cicatrices visibles de esas aventuras.

Hace algunos años tuve un accidente y el médico tuvo que operar mi mano y aunque ha pasado bastante tiempo, al igual que mis cicatrices de niña, las de mi mano aún son visibles. Mi mano funciona bastante bien, pero nunca regresó a ser como era antes del accidente. Algunas veces cuando observo las cicatrices de mi mano, hay una mezcla de sentimientos: alegría y alivio de tener mi mano funcionando y amargura de que no sea como antes.

Viendo mis propias cicatrices, recuerdo las de Jesús, tan distintas a las mías. Para El no hubo doctor y anestesia, sino más bien, hubo odio, burla y desdén. Y sin embargo, Él lo soportó todo por nosotros. Las cicatrices de Jesús no solo nos recuerdan su perfecto sacrificio por nosotros, sino como dice el Profeta en Isaías 53:15 "El fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades y sobre El recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados" (NVI).

¿Cuántas cicatrices tiene tu corazón o incluso tu cuerpo que al recordarlas aún produce amargura? Hoy te invito a que tomes para TI el sacrificio de la cruz, porque fue por mí y fue por TI, para nuestra salvación y sanidad. Sus cicatrices son el remedio perfecto para borrar las cicatrices de nuestro corazón.

Señor Jesús gracias por tu sacrificio perfecto en la cruz, gracias porque por el he recibido la salvación y es una muestra de tu inmenso amor por mí. Hoy una vez más, declaro que eres mi Señor y Salvador y recordando tus heridas, declaro que mediante ellas recibo sanidad de mi alma y que me haces digna y perfecta ante tus ojos. Amén.

706310_10151278418579767_787047138_o.jpg


 
 
 

Comments


© 2023 by Closet Confidential. Proudly created with Wix.com

bottom of page