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Carta Editora Edición nro. 48

  • Maqui de Debroy
  • 21 jul 2015
  • 2 Min. de lectura

Es siempre una alegría poder conectarme con ustedes a través de estas palabras…

Nuestra edición de este mes viene llena de artículos interesantes, pero nuestra portada Marisabel Ruiz es la estrella, una mujer inspiradora que nos demuestra que si se pueden hacer grandes proyectos en Guatemala en favor de la niñez y de la mujer. Conocer a esta mujer es también una invitación a colaborar en su fundación Sheva, y ser parte del movimiento que esta transformando a las futuras mujeres de esta nación.

Por mi parte quiero contarles una experiencia personal. Muchas veces un par de lineas pueden cambiar tu vida para siempre, hacer un parte aguas y ver las cosas diferentes a partir de ese momento. Eso me paso junto a 36 mujeres que forman nuestro “Club de Lectura Mujeres que Brillan”, estábamos estudiando La Mujer Virtuosa de Proverbios 31, y el versículo 12 llamó muchísimo mi atención:

Proverbios 31:12(NTV)

Esa mujer le hace bien y no mal (a su esposo),

todos los días de su vida.

Me quedé pensando muchísimo en esta oración…

Primero me dí cuenta que no importaba como fuera su marido, ella hacía el bien todos los días de su vida. No importaba si el marido se olvidaba el aniversario, o estaba de mal humor, si le daba regalos o era amable con ella… es más ni siquiera se trataba de él sino de ella. De su carácter, de su forma apacible de ser, de ser siempre igual… definitivamente esta mujer tenía un carácter muy muy especial… que no dependía de las circunstancias externas sino más bien de una decisión personal, de una actitud. Me pregunto que sería de mi vida si yo siempre pagara con bien y no con mal, todos los días de mi vida, a mis hijos… a mi esposo… a mis amigas… en mi trabajo…

Si tuviera esa clase de bondad, de perseverancia de hacer lo correcto y seguir haciéndolo siempre… Recuerda que lo que tú eres en tu casa, es lo que eres en realidad.

Que la bondad comienza en nuestro propio techo. Cerciórate que tus seres queridos reciban los primeros frutos de bondad… todo el día, cada día… todos los días de tu vida.

Quiero dejarte con un pensamiento final…

Mi vida ha de tocar Muchas otras antes que termine el día,

Dejará múltiples marcas para bien o para mal antes que el sol se ponga.

Este es mi anhelo por siempre,

Mi oración permanente:

Señor, que mi vida ayude a otros a todo aquel que encuentre en el camino

Nos vemos en la próxima edición mis bellas lectoras… recuerden siempre ser la mejor versión de ustedes mismas.


 
 
 

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