¿Qué me llevaré?

“No almacenes tesoros aquí en la Tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban”. (Mateo 6:19 NTV) Todo lo material en este mundo es como un sueño, hoy está y mañana ya no. Sin nada venimos a esta vida y nada, absolutamente nada, nos llevaremos. Ni oro ni plata, ni títulos, ni fama, ni gloria, ni siquiera tu cuerpo, ¡ese también se destruirá! Si nos comportamos como lo que realmente somos: peregrinos y pasajeros, aprovecharíamos mejor nuestro tránsito por la vida. No le pongas tu corazón a las cosas materiales, todas se terminarán. Invierte tu vida en lo que es eterno y permanece para siempre: el amor, la obediencia, la humildad y el servicio, estos valores sí permanecen. Por eso es mejor dar que recibir. Hoy debes sembrar los valores eternos, porque lo terrenal es vano. Por eso dijo aquel hombre muy sabio:

“¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión!" (Eclesiastés 1:2)

“Examina tus prioridades porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón" (Mateo 6:21)