Preparada para orar por los niños en crisis
- Jodie Berndt
- 1 oct 2015
- 2 Min. de lectura
Si tu hij@ se encuentra e una situación de crisis, ya sea por malas decisiones o como resultado de circunstancias que escapan a su control, no renuncies al Señor. James Dobson, experto en temas de familia y crianza de hijos, comenta: "Aun cuando la divina providencia parece no tener sentido o ser contradictoria (...)el futuro le pertenece a Dios. Él no se olvida de nosotros y su plan no se ha desbaratado. Es nuestra responsabilidad (...) mantenernos fieles y obedientes, aguardando su consuelo."
Al esperar el consuelo de Dios y el desarrollo de su plan, podemos cobrar ánimo con el ejemplo de la sunamita (2 Reyes 4:8-37). Veamos nuevamente su reacción ante la crisis:
1- No mostró pánico. En lugar de eso, confió con firmeza en la sabiduría y la bondad de Dios, tanto así que fue capaz de expresar que todo estaba bien, incluso en el momento de dolor y pérdida.
2- Afirmó su fe. en lugar de rendirse ante las preocupaciones, el escepticismo o el lamento, salió directamente a ver a Eliseo, pues sabía que era la única persona capaz de entender su situación y ver sus circunstancias con ojos celestiales.
3-Perseveró y no se conformó con lo bueno sino con lo mejor de Dios. Animada por el amor hacia su hijo, se aferró a los pies de Eliseo, buscó refugio en la presencia de Dios y se rehusó a retirarse.
4- Cuando recibió la respuesta, le dio gloria a Dios. Cuando su hijo resucitó, lo primero que hizo fue arrojarse a los pies de Eliseo, en recnocimiento de la gracias y el poder de Dios. También mantuvo su confianza puesta en el Señor y siguió vuando se enfrentaron cara a cara con otra crisis. Puedes leer esto en 2 Reyes 8.
Si existe un hecho descatable en las situación críticas, es que nos recuerdan cuánto necesitamos de Dios, pues quiebran nuestra nociones de confianza propia y revelan nuestras fallas de manera que nos dirigimos a los brazos de DIos. Oro para que cuando enfrentemos nuestras crisis, reaccionemos como la sunamita: no en nuestra fuerza o hablilidad, sino con fe, perseverancia, agradecimiento y confianza.
Salmos 121 promete "Jamás duerme el que te cuida (...) de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre". Si puedes aprender tan solo una verdad de esta entrada al blog, que sea saber que Dios es soberano. Él nunca duerme, siempre nos observa. Te ama a ti y a tus hijos, y siempre tiene el control.

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