Un Dios sumamente creativo

¡No puedo imaginar el trabajo que le debe haber costado a Adán dar nombre a todas las aves y los animales! ¡Indudablemente tuvo que ser creativo para hacerlo!

Podría seguir hablando cada vez más acerca de cuán diverso e imaginativo estuvo Dios en la creación, pero estoy segura de que, si usted lo piensa, estará de acuerdo en que nuestro Dios es formidable, no sólo por su poder y su amor, sino también por su creatividad.

Simplemente dé un paseo y mire a su alrededor. Mire una película o un documental de televisión sobre la naturaleza. Averigüe lo que hay en el océano, o entérese de cómo las abejas y las flores trabajan en conjunto. Luego, tome conciencia de que el Espíritu Santo presente en la creación está viviendo dentro de usted, si usted ha aceptado sinceramente a Jesucristo como su Señor y Salvador.

Hay demasiada creatividad dentro de cada uno de nosotros, y tenemos que aprender a darle salida y expresarla sin miedo. A menudo, en lugar de ejercitar la creatividad, repetimos las mismas cosas incluso cuando estamos aburridos de ellas, sólo porque tenemos miedo de salir y hacer algo diferente. Aunque nos guste lo familiar, debemos recordar que todos necesitamos variedad en nuestras vidas.

Algunas personas conservan el mismo trabajo o viven en la misma área su vida entera porque sienten que esos ambientes y actividades son seguros. Aunque odien sus trabajos y se sientan frustrados, por lo menos saben cómo hacerlos (están familiarizados con ellos) y se sienten cómodos. ¡Y la idea de conseguir otros trabajos los aterroriza! En otros casos, las personas quieren hacer cambios en su vida, pero no quieren fracasar en algo nuevo, así es que se niegan a probar y siguen con lo conocido.

No animo a las personas a perseguir cada capricho que se cruce por sus mentes o a pegarse a cada moda pasajera que venga en su camino. Pero claramente hay un tiempo para salir de lo corriente- fuera de su zona de comodidad- y entrar en cosas nuevas.

Dios nos ha creado para que necesitemos variedad y diversidad. Estamos diseñados para que haya en nosotros renovación e innovación, y no hay nada malo cuando usted siente que sencillamente “necesita un cambio”. En el otro extremo, estar siempre insatisfecho y probando cosas nuevas todo el tiempo es otro tipo de problema. Manténgase dentro de lo razonable, pero no tema a lo nuevo. Acepte las oportunidades novedosas y diferentes, las experiencias y ambientes que Dios trae a su camino. El es un Dios creativo; su creatividad no se detuvo en el huerto de Edén, sino que ¡sigue activa hoy, cuando continúa dado forma y refinando la creación estupenda que está haciendo en usted!