La decisión de ser feliz

“Este es el día que hizo el Señor, nos gozaremos y alegraremos en Él”. (Salmos 118:24 NTV) Todas las mañanas puedes decidir que en ese día serás feliz o puedes pasar el resto del día enumerando tus problemas y dificultades (las cuales todas tenemos), o contar las bendiciones que tienes. He comprendido que la vida es un regalo y mientras amanezca, mientras esté viva puedo enfocarme solamente en el nuevo día y en todas las bellas experiencias que he coleccionado en mi mente. Si quieres lo mismo, tendrás que decidir cambiar tú primero y manejar las circunstancias, las personas y los problemas de la forma que Jesús lo hizo. Debes tener fe absoluta, decidir tener fe en Dios, confiar plenamente. No porque lo veas, ni porque sientas "ganas" de tener fe sino porque decides tener fe. ¡No hay nada más bello que creer como una niña!

​ Decidir confiar en que Dios sabe, lo que hace con tu vida. Tienes que aprender a usar la paz que sobrepasa todo entendimiento que Jesús nos dejó (Juan 14:27), decidir no tener miedo, ansiedad, estrés, mal humor. Hace tiempo decidí dejar de auto compadecerme. Es difícil que algo pueda vencerte si mantienes una buena actitud, si decides ser feliz. Nuestra felicidad no debería basarse en lo que pasa en nuestras vidas sino en lo que sabemos y creemos. Tratar de controlar todas las circunstancias externas es demasiado extenuante e imposible. No “trates” de confiar en Dios, decide confiar. Es un privilegio, no una carga. No tienes que saberlo todo sino confiar en Él que sí sabe todo. Nada bueno pasa en nuestras vidas por accidente sino que cada día tomas decisiones.

¡Hoy es un buen día para decidir ser feliz! Puedes decidir: "No dejaré que los problemas, ni las personas ni las circunstancias roben ni un minuto de mi felicidad, ni de mi paz. No voy a vivir estresada, ni nerviosa, porque mi vida no va a cambiar si yo no cambio mis decisiones primero". !Hoy decido ser feliz!