Haciendo sacrificios

​Lea y reflexiones en Génesis 22:1-19

“Pasando cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo “¡Abraham!” “Aquí estoy”, respondió. y Dios le ordenó: “Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré” Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno…” (Génesis 22:1-3)

Algunas veces Dios pide las cosas más extrañas. Noé tuvo que construir un arca de millas de distancia de un cuerpo de agua, de tal forma que pudiera acomodar animales. (seguramente él se preguntaba cómo podría recoger los leones, y mantenerlos lejos de las zebras).

Pero nada de esto iguala la tarea que le asignaron a Abraham. no solamente Dios le pidió que matara a su hijo, Dios le estaba quitando a Abraham esa respuesta a la promesa por la cual había esperado 25 años. Isaac era el heredero de Abraham, el hijo de la promesa a Abraham y Sara, el hijo nacido en la vejez. So moría Isaac, moría el sueño.

¿O no?

Parece que Abraham no perdió tiempo preocupándose sobre el asunto. Se levantó muy temprano ala mañana siguiente, ensillo su asno, levantó al adormilado muchacho y dos sirvientes, cortó leña (necesitaba astillas para encender fuego), y se preparó para viajar de tres días. ¿Qué pasaría por su mente durante esos tres largos días? me imagino que Abraham no entendía, sabía que obedecer a Dios lo lastimaría en lo más profundo, pero continuó caminando. Continuó obedeciendo. Cuando llegó sl lugar, construyó un altar, amarró a su hijo, lo puso sobre el altar y levantó el cuchillo.

¿Confiaríamos nosotras de tal manera en Dios?

Nuestros corazones se estremecen de sólo pensar en sacrificar un ser humano. Pero debemos ser sabios al considerar cómo esta historia nos presenta un increíble cuadro de lo que Dios mismo haría algún día por nosotros. Así como Isaac cargó la leña para la ofrenda, así mismo Jesús cargo Su propia cruz hasta el Gólgota. Así como Abraham colocó a su hijo en el altar, así mismo Dios puso a Su Hijo en la cruz. Como Abraham levantó el cuchillo para matar a su propio hijo en obediencia, así Dios permitió que Jesús fuera llevado a la muerte para castigar el pecado y lograr perdón. Abraham sabía que Dios proveería un cordero para el sacrificio (Génesis 22:8). Mucho siglos después, así lo hizo Dios. Juan el Bautista les señalo a sus discípulos: “¡Aquí tienen el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29)

¿Cuánto confía usted en Dios, realmente? ¿Lo suficiente como para morir por Él? ¿Lo suficiente como para dejar morir el sueño de su vida? ¿Qué tal lo suficiente como para vivir por Él?