SuperWoman, el mito inalcanzable
- Macarena Casse de Debroy
- 6 sept 2015
- 3 Min. de lectura
Conoce a esa mujer que lo tiene todo: Un trabajo perfecto, una bonita relación, un cuerpo perfecto, hijos genios y una casa impecable… No! Porque no existe, sin embargo las mujeres nos hemos creado una fantasía y vamos detrás de lo inalcanzable. Deja de intentar ser tan buena en todo.
En esta nueva etapa de la mujer actual donde somos dueñas de nuestras decisiones, interpretamos inconcientemente un papel de mujer en caminos hacia la perfección y como podemos hacer cualquier cosa, nos sentimos obligadas a hacerlo todo. Cada día vemos mujeres jóvenes sometidas a una presión increíble. Ser madre, profesional, mantener un cuerpo talla 5-6 a los 40 años. Ser perfectas. Y esas expectativas no se limitan a unas cuantas esferas de sus vidas. Están en todas partes.

Nuestro ideal de belleza
La sociedad ha estado obsesionada siempre con los cuerpos femeninos. Las expectativas de la perfección física son tan universales que, incluso hoy, estamos más y más obsesionadas con la delgadez cuanto más culturalmente liberadas. Billones se gastan en cirugías plásticas, y millones de chicas sufren de desordenes alimenticios. Y en revistas admiramos a mujeres famosas o "Celebrities" guapas y delgadas. Todas ellas llevan la manicura perfecta, cuerpos perfectos, pieles inmaculadas. Es estupendo pero que sea un requisito para tener éxito entonces la belleza es mas una esclavitud más que abolir.
¿Cuánto tiempo dedicas a tu aspecto?
Vamos a contar los minutos que dedicamos a cuidarnos, en comparación a nuestros colegas hombres…
Nos gusta estar bien, sentirnos bellas. Pero cada día pasas entre 5- 20 minutos maquillándote y unos 15-30 peinándote. La manicura cada dos semanas, 20 min. Y te depilas una vez al mes, una hora. Cada cuatro semanas te tiñes, una hora y media. Te cortas el pelo una vez al mes, 30 min.
Los hombres dedican diez minutos a afeitarse y lavarse el pelo y 30 minutos mensuales a cortárselo.
Cada año laboral, una mujer ha dedicado una medida de 252 horas a cuidarse y un hombre unas 30. Eso sin contar si nos hacemos uñas acrílicas, masajes reductores y nuestra rutina de desmaquillarnos y cremas por la noche. No digo que nos nos preocupemos por estar bellas, pero… ¿No deberíamos relajarnos un poquito?
Los matrimonios que deseamos
En los 60, las mujeres necesitaban la firma de su padre o esposo para adquirir una tarjeta de crédito, nuestras abuelas no podían firmar hipotecas a no ser que estuvieran casadas. Hoy ya no es así pero también hemos subido nuestras expectativas sobre el matrimonio. Queremos estar completamente involucradas en la educación de nuestros hijos, sin por ello restar ni un minuto a las exigencias del trabajo, a la vida de pareja y a un tiempo para nosotras mismas. Queremos hombres que nos dejen ser independientes pero que nos hagan el servicio del carro. Queremos aportar al hogar económicamente pero que nuestros maridos ganen más que nosotras. Encontrar el amor verdadero es un regalo, pero mantener el matrimonio perfecto sólo es un mito de superwoman.

Una ama de casa perfecta
Podríamos pensar que si por fin conseguido el acceso a carreras profesionales de éxito ha sido porque por fin nos hemos desembarazado de las exigencias domésticas. Pues no. En realidad las exigencias para el ama de casa de hoy son mucho más altas que para nuestras abuelas. No tienen sentido. Las mujeres seguimos invirtiendo el doble que los hombres en el trabajo dentro del hogar, además nos obligamos a nosotras mismas hacer nuestro pan casero, comida orgánica, que no haya una gota de polvo en la vajilla, hacer las coronas a mano y esto implica dedicarle un tiempo que la mayoría de nosotras no tiene.
En el trabajo….¡ La mejor!
De nuevo, expectativas irreales, esta vez en lo profesional. Muchas veces preguntamos a las mujeres ejecutivas ¿Cómo lo haces? Creo que no saben que responder. Una mujer no puede trabajar 60 horas a la semana y no faltar a las reuniones escollare. Hay que elegir y ninguna mujer debería culpabilizarse si prioriza su carrera o si por el contrario, elige dedicarse más a sus hijos con un trabajo media jornada. ¡Es una elección!
¿Sientes que no encajas?
Nos preocupamos, sufrimos y trabajamos muy duro, para finalmente reconocer que no podemos ser buenas en todo. Aprende de las que te hemos precedido. Recuerda que la mujer perfecta no existe. Aprende de los hombres que saben que sólo pueden hacer bien una cosa a la vez. No renuncies a tu vida personal. Busca al hombre adecuado, no al perfecto. Busca un trabajo que, simplemente te guste. Haz una dieta sana y ejercicio. Y destierra la palabra culpa de tu vocabulario. Elige lo que quieres y tranquilamente deja el resto atrás.
Comments